Manuel Borja inauguró ayer en la biblioteca pública Iguales, sinónimos, equivalentes, una exposición en la que presenta un obra encuadrada en un nuevo expresionismo figurativo, en la que «toma protagonismo el ser, la figura, y en ella la cabeza, que desde una lejana metamorfosis quedó convertida en su sello, su firma, o su alegoría… unas cabezas con potentes identidades que provocan-estimulan-espolean y consiguen inquetarnos», explica Jaqueline Díez-García, comisaria de la muestra. Dibujante y pintor autodidacta, Manuel Borja cuelga 16 composiciones de temática variada, una pequeña parte de su amplísimo trabajo, que podrán verse hasta el 15 de noviembre. Manuel Borja «posee una intensa mirada», afirma Díez-García, y apostilla que «busca en la pintura la intrincación con el otro». Manuel Borja, que desde 2016 reside en Aspanis-Fundación Personas, pinta porque, según explica, le «entretiene» y «divierte». «Me lo paso bien y me gusta enseñar los dibujos a todo el mundo», subraya. Explica que primero lo hace «en sucio» para después pasarlo «a limpio».

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